Es una técnica de electroterapia que se basa en la utilización de campos magnéticos continuos o variables para ayudar en la regeneración de tejidos dañados mediante la estimulación de la circulación local, la producción de colágeno y de tejido óseo.

Está indicada en el tratamiento de problemas óseos (descalcificación, espondilitis, artrosis, fracturas, etc.) y musculares (tendinitis, contusiones, etc.), así como en otros procesos patológicos que cursan con inflamación o en la cicatrización de tejidos.

La magnetoterapia no debe ser aplicada en el caso de las personas con marcapasos, pacientes con cáncer o mujeres embarazadas.